lunes, 25 de julio de 2011

Sahara Occidental: libros y otras publicaciones digitales en Internet (IX)


Expedición de Emilio Bonelli

Resultado de su expedición son dos publicaciones que recientemente la Biblioteca Nacional ha incorporado a sus fondos digitales. La primera es una conferencia pronunciada en la Sociedad Geográfica de Madrid, el 7 de abril de 1885:


BONELLI HERNANDO, Emilio (1855-1926)

Nuevos territorios españoles de la costa del Sahara : conferencia pronunciada en la Sociedad Geográfica de Madrid el 7 de abril de 1885 / por el Capitán Teniente de infantería Emilio Bonelli
[Madrid] : [s.n.], [1885] ; Madrid : Imprenta de Fortanet, 1885.
26 p., [1] h. pleg. con mapa ; 22 cm.

La segunda es:

BONELLI HERNANDO, Emilio

El Sahara : descripción geográfica, comercial y agrícola, desde Cabo Bojador a Cabo Blanco, viajes al interior, habitantes del desierto y consideraciones generales
/ por Emilio Bonelli, Comisario regio en la costa occidental de África, Capitán Teniente de infantería. – Ed. oficial.
Madrid : Tipolitografía de I. Péant e hijos, 1887
XVI, 232 p., [2] h. de lám., [4] h. pleg. de map. : il. ; 22 cm

Emilio Bonelli Hernando, oficial del ejército español, nacido el 7 de noviembre de 1855 en Zaragoza - no en 1854 como recoge la enciclopedia Espasa -, de padre italiano, Eduardo Bonelli, y madre española, Isabel Hernando.

La actividad profesional de su padre, que era ingeniero agrónomo, hace que, aún siendo niño, resida en Marsella, donde estudia francés e italiano, y Argel, Túnez y Tanger, dónde estudia árabe. Con catorce años, muerto su padre y huérfano de madre desde años antes, trabaja como traductor de árabe en el Consulado español en Rabat. Vuelve a España para cumplir el servicio militar, ingresando posteriormente en la Academia Militar de Toledo. Regresa a Marruecos, ya como oficial del ejército, y en los años siguientes emprende varios viajes de exploración en este país y pronuncia conferencias y escribe libros sobre los resultados de sus expediciones.

Emilio Bonelli, con el respaldo, entre otras, de la Sociedad Geográfica, consigue el apoyo del Presidente del Consejo de Ministros, Cánovas del Castillo, para emprender un viaje de reconocimiento de la costa del Sahara Occidental. A finales de noviembre de 1884, a bordo de la goleta
"Ceres" explora la costa occidental entre Cabo Bojador y Bahía del Oeste (Cabo Blanco). Establece unos barracones o factorías a las que da el nombre de Villa Cisneros (en Rio de Oro), dónde desde febrero del mismo año estaba fondeado el pontón “Inés” de la Compañía Mercantil Hispano.Africana, Puerto Badía (en la Bahía o Angra de Cintra) y Medina Gatell (en Cabo Blanco). Si bien las dos últimas desaparecen, la de Villa Cisneros es el origen la la ciudad que llevaría ese nombre hasta 1975 y que en la actualidad se denomina Dajla.

Como el propio Bonelli escribe: “...el objetivo principal de este viaje por tan áridas comarcas, desconocidas del mundo civilizado, consistía en asegurar para mi patria la explotación de aquellos bancos de pesquerías, que algunos escritores, mucho más competentes que yo en esta industria, aseguran ser muy superiores en calidad y abundancia de peces á los famosísimos de Terranova.”

La acción de Bonelli es respaldada con la declaración del protectorado de España sobre toda la costa del Sahara, comprendida entre los 20º y 27º N., efectuada por Real Orden de 26 de diciembre de 1884.

El 9 de marzo de 1885 miembros de la tribu Bu-Amar protagonizan un incidente con los empleados de la factoría de Villa Cisneros en el que resultan muertos seis de estos y los otros son apresados, interviniendo, al día siguiente, a favor de los españoles un chej llamado el Uali: “...el Uali increpó duramente á los asesinos y, convencido de su impunidad por el temor que inspira la tribu de Ulad-Sbá, se dedicó á socorrer á los cautivos, proporcionándoles ropa, de la que habían sido despojados, galleta, tabaco y agua.”

En mayo se establece un destacamento militar compuesto por 28 soldados y un oficial. El 15 julio de 1885 se publica en La Gaceta de Madrid su nombramiento como Comisario Regio, con carácter de Delegado del Gobierno y dependiente del Ministerio de Ultramar. Entre sus competencias están la de firmar tratados, tomar posesión de territorios y el mando de las fuerzas terrestres o marinas, así como la jurisdicción civil o criminal ordinarias bajo la dependencia y con apelación a la Audiencia de Canarias. En agosto de ese año Bonelli regresa al Sahara.

En septiembre de 1885 encomienda al soldado rifeño Mohamed-el-Madani un viaje de reconocimiento que éste efectúa en compañía del chej Jameida, dirigiéndose hacía la zona del Adrar Sutuf. El regreso lo efectúan en compañía de los chiuj el Habuli, Ahmed y el Marrakshi. “El día 11 de Octubre de 1885 salieron de Daya Lanquiya los expedicionarios, animados de grandes esperanzas y llevando algunas libras de pluma de avestruz para la venta. Adoptaron un itinerario distinto del seguido por Jameida, tanto para difundir la propaganda comercial, cuanto para que el Madani pudiese apreciar mejor los productos que el país ofrece á la explotación.”

La intención era establecer tratados políticos y relaciones comerciales que abrieran vías de comercio con las ciudades de Atar, Chinguetti, Uadan, Ualata (las cuatro en la actual Mauritania) y Timbuctú (en el actual Mali), a este respecto dice Bonelli: “Es indispensable, pues, tratar de establecer, en el menor tiempo posible, líneas de comunicación que enlacen nuestros establecimientos con Atar, Shengueti, Uadan, Ualata y Timbuctú, al mismo tiempo que se ofrezcan facilidades para desarrollar una acción comercial de importancia en la región que comprende cabo Bojador hasta Uad-Nun.”

Animados por el buen resultado del viaje en noviembre emprenden un segundo viaje “Las buenas noticias obtenidas como resultado primordial del primer viaje, los ofrecimientos hechos por los jefes más caracterizados de las tribus y las impresiones muy favorables de cuantos sherifes habían venido á conferenciar con el representante de España, decidieron la segunda excursión del Madani, llevando seis camellos, alquilados, con trescientas piezas de géneros de algodón surtidos, azúcar blanco refinado, quincallería, té y arroz para la venta y algunas provisiones de galleta, gofio—harina de maíz tostado—y especias en pequeña cantidad...” Este segundo viaje regresa en enero de 1886 “... satisfechos nuestros expedicionarios de los resultados obtenidos por sus trabajos.”

Emilio Bonelli cesó, probablemente a petición propia, en su cargo como Comisario Regio el 15 de junio de 1886, puesto que en el año siguiente emprendió un viaje hacia el golfo de Guinea.

Del libro de Bonelli reproduzco una apreciación acerca de un comportamiento, que los que han viajado a los campamentos de refugiados saharauis comprobarán que sigue en práctica:

“Se observa, no obstante, un cariño hacia los hijos que raya en el delirio, y aun es más sorprendente la correspondencia que guardan éstos á sus padres y el respeto que les tributan en todas ocasiones y circunstancias”