jueves, 6 de diciembre de 2012

Sahara Occidental: libros y otras publicaciones digitales en Internet (XI)

El próximo año, 2013, se cumplirá el centenario del viaje de Enrique D'Almonte al Sahara Occidental y 99 años de la publicación de los artículos y libro que dedicó a esta expedición.
Enrique D'Almonte Muriel, nacido en Cádiz en 1858, estudió la carrera de Ingeniero de Caminos, pero, al parecer debido a la muerte de su padre, abandonó esos estudios y preparó el ingreso en el cuerpo de Auxiliares Facultativos de Minas, obteniendo destino en la “Comisión para el mapa geológico de España”.

En 1880 pidió el traslado a la Inspección General de Minas de Filipinas, entonces todavía colonia española. En esta época viaja, por Java, Sumatra, Borneo, Nueva Guinea, Molucas y Formosa y otros lugares de Asia y Oceanía. Aprendió el tagalo y estudió chino y otros idiomas orientales. En total residió en Filipinas casi 18 años y dirigió la realización del mapa general de estas islas preparando, en total, mas de 22 mapas.

Después de la independencia, todavía regresó a Filipinas, volviendo definitivamente a España en 1901. Trabajó en la cartografía de Guinea junto a Emilio Bonelli y también en un estudio geográfico del Sahara en el año 1913, que fue resultado de la expedición que le encargó la Real Sociedad Geográfica, esta expedición debía ser preparatoria de otras sucesivas que no llegó a realizar. La conclusiones del viaje se publicaron en el Boletín de la Real Sociedad Geográfica, en 1914, y como monografía, que la Biblioteca Nacional de España ha incluido recientemente en su colección digital.

ALMONTE, Enrique de

Madrid: [s.n.], 1914 (imp. del Patronato de huérfanos de Intendencia e Intervención Militares).
227 p., [15] h. de lam. ; 24 cm. – (Publicaciones del Boletín de la Real Sociedad Geográfica).

D'Almonte murió en 1917, cuando el barco -el vapor “Carlos de Eizaguirre”- en el que viajaba a Filipinas chocó con una mina frente al Cabo de Buena Esperanza.

La obra consta de diez capítulos, el Iº, con el titulo de “Generalidades” describe los límites del entonces Sahara español, remitiéndose al Tratado de París de 27 de junio de 1900, así como a los convenios firmados con Francia en 1902 y 1904. Termina este capítulo con una estimación de la población que fija en unos 100.000 habitantes (incluyendo por el norte las tierras hasta el Uad Dra).

El capítulo IIº lleva el título de “Hidrografía” describe la costa saharaui, así como las corrientes marinas, la climatología y, los pozos y manantiales costeros, desde Uad Dra hasta el cabo Blanco, aclarando dudas y contradicciones de la toponimia de la costa. Se incluyen tres mapas, uno de Puerto Cansado, otro del Fondeadero de Tarfaya y Plano de Rio de Oro (Península de Dajla, bahía e isla Herne). Además de los pozos y manantiales de la costa también describe la hidrografía del interior (rios, uadis, gueltas, sebjas, etc.).

El capitulo IIIº lleva por título Esbozo orográfico e indicaciones geológicas”.

Apuntes a meteorología y climatología” es el contenido del capítulo IVº, que es un resumen de los datos que le proporcionaron residentes españoles en Río de Oro, junto a observaciones del propio autor: “...con el terral aumenta el calor y las arenas se arremolinan penetrando por doquiera, lo mismo en el interior de los recipientes mejor cerrados que en los ojos, las narices, los oídos y la boca,a pesar de los velos que los moros oponen á los invasores corpúsculos. Los ojos no protegidos por preservadoras antiparras, contraen fácilmente las conjuntivitis purulentas, causadas por la acción conjunta del tenue polvillo y la reverberación solar. Los alimentos se tornan crujientes de puro saturados de arena”.

El capítulo Vº dedicado a “Indicaciones relativas a la flora” presenta una lista de plantas, algunas de ellas identificadas con la colaboración de Odón de Buen, señalando en algunos casos el uso tradicional que los saharauis hacían de ellas, así como los movimientos de nomadeo en busca de los mejores pastos.

En el capítulo VIº, Breve nota sobre la fauna del Sahara español y la zona pelágica adyacente”, se remité a los trabajos publicados en la Revista de Geografía Comercial (julio-agosto-septiembre 1886) y al estudio titulado Atravers de la Mauritanie Occidentale (Paris, 1911), corroborando las observaciones proporcionados por Francisco Quiroga M.M. A. Gruvel y R. Chudeau.

El capítulo VIIº está dedicado a “La industria de las pesquerías en el Sahara español” en el explica los rudimentarios y elementales métodos de pesca de los saharauis que habitaban la costa, los “moros de marea” como les denominaron los españoles (imraguium o imraguen), y los métodos de conservación mediante secado.

Proporciona extensas listas de las especies que pueblan la zona, así como de las especies migratorias que pasan por las aguas costeras saharauis.

El resto del capítulo está dedicado a las actividades de la flotilla pesquera canaria, métodos de pesca, preparación de la misma, compañías pesqueras asentadas en las islas o en el Sahara, y a las potenciales posibilidades de la industria pesquera en el Sahara.

Dedicado al Comercio está el capítulo VIIIº. Señala como zona adecuada para construir un puerto el Msit -desembocabura de la Saguía el-Hamra- y las mercancías que podrían ser objeto de comercio detallando los precios que alcanzan en la región.

Lleva por título el capítulo IX ºLa acción española en el Sahara”, comienza con una introducción histórica del norte de África, basada en fuentes romanas y medievales, estas últimas fundamentalmente árabes, así como de principios de la edad moderna, citando, de Mármol Carvajal, los datos que recoge de León el Africano.

En cuanto a la historia reciente del Sahara, nos habla del asentamiento de Ma el Ainín en la Saguia el-Hamra (la “acequia roja”, el rio que nace en la hamada y desemboca en el Atlántico) sus relaciones e influencia entre la población saharaui, la relaciones con el sultán de Marruecos Muley el-Hassán, y la construcción de Smara en la Saguía, en la última década del siglo XIX.

También relata la cesión, por parte de España, del Adrar a Francia en los tratados de 1900 y 1904, la ocupación de este por los franceses y la lucha de Ma el-Ainín y los saharauis contra Francia y de como tras la muerte de éste la lucha fue proseguida por sus hijos, El Hiba, Merebbi Rebu y El Uali.

Otra parte del capítulo está dedicada a las tribus que poblaban el Sahara, así como a la descripción de costumbres, alimentación, ocupaciones, organización social, etc. de los saharauis. Termina el capítulo hablando de las perspectivas de la colonización española.

En lo relativo a algunos aspectos de la alimentación reproduzco el siguiente párrafo:

La escasa cebada ó trigo obtenidos en las depresiones cultivables del Sáhara sin más operación de labra que arañar la tierra con una estaca puntiaguda ó un escardillo. Son reservados para la temporada en que escasea la leche de las camellas, por estar criando la mayor parle de éstas. Generalmente se consume el grano tostado y entero. Los que disponen de un mortero lo quebrantan, comiéndolo sin otra preparación, pero el que posee alguna olla ó cacerola suele hacer “sangleh” (gachas), que los Tidrariin y los imragium llaman “ax”.

El último y Xº capitulo son unas “Indicaciones encaminadas a facilitar las exploraciones ulteriores” que compendia consejos, dificultades para viajar desde Canarias, precios de la expedición, precauciones, etc.

Concluye con una Nota relativa al mapa-bosquejo del Sahara español, adjunto a esta obra: trabajos consultadosy una bibliografía: “Lista de las obras consultadas para la redacción de este ensayo.”
El mapa de la ilustración es el correspondiente a la costa de Dajla y tierras circundantes, fue trazado por D'Almonte yse puede consultar en el fondo de la MDC (Memoria digital de Catalunya) en la colección Mapes Antics delCentre Excursionista de Catalunya.


sábado, 27 de octubre de 2012

Manifestación en solidaridad con el Sahara Occidental: Madrid, 10 de noviembre de 2012

¡PARTICIPA Y APOYA! MARCHA EN MADRID
10 DE NOVIEMBRE DE 2012
12.00 hrs. DESDE ATOCHA AL MINISTERIO DE EXTERIORES
AHORA Y SIEMPRE, CON EL PUEBLO SAHARAUI
Ahora más que nunca, debemos reafirmar nuestra solidaridad con el pueblo saharaui y seguir luchando por la descolonización del Sáhara Occidental, contra la violación sistemática de los Derechos Humanos por parte de Marruecos en los territorios ocupados, y ayudando y cooperando, a pesar de las dificultades por las que atraviesa nuestro país, para que pueda seguir resistiendo y luchando con dignidad.
No podemos aceptar que las relaciones con Marruecos se usen como pretexto para encubrir y silenciar una situación de injusticia, de ocupación por la fuerza, de intransigencia e impunidad por parte de Marruecos, que incumple sistemáticamente las normas básicas del derecho internacional y sigue masacrando y aniquilando al Pueblo Saharaui.
No es admisible que se esgrima la defensa de los intereses españoles en Marruecos como excusa o pretexto para adoptar un silencio cómplice ante las graves violaciones de los derechos humanos que se están produciendo en el Sáhara Occidental, así como en el expolio ilegal de los recursos naturales. Menos aún se puede aceptar que se utilice el apoyo a una solución justa y duradera, como moneda de cambio, con vistas a seguir llevándose “bien” con el Reino de Marruecos.
Nuestro país, que sigue siendo la potencia administradora, manchó de forma grave su nombre al abandonar al Pueblo Saharaui a merced de la invasión marroquí, tras la firma de los acuerdos de Madrid de 14 de noviembre de 1975. Es evidente para la opinión pública española que las últimas declaraciones y actuaciones del Gobierno no ayudan a limpiar esa terrible mancha que golpea la conciencia de todo demócrata. CEAS-Sáhara hará todos los esfuerzos posibles para contrarrestar estas maniobras descaradamente favorables a la posición e intereses de Marruecos, verdugo del Pueblo Saharaui y del propio derecho internacional.
La justicia de nuestra causa, la voluntad, unidad y determinación del Pueblo Saharaui, junto con nuestra solidaridad, hará posible que un día, más pronto que tarde, llegue la libertad e independencia al Sáhara Occidental. Mientras el pueblo saharaui siga sufriendo, nosotras y nosotros, miles de personas solidarias y conscientes de nuestras responsabilidad seguiremos luchando junto a este pueblo hermano.
NO MÁS ABANDONOS
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS SAHARAUIS
NO A LA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS EN EL SÁHARA
Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara)
Plataforma por la libertad del Pueblo Saharaui


domingo, 14 de octubre de 2012

Sahara Occidental: libros y otras publicaciones digitales en Internet (X)



 


España en el África Occidental 

Este breve trabajo de Francisco Bens Argandoña, localizable en la colección digital de la Biblioteca Nacional, fue editado en 1907 cuando llevaba poco más de tres años en la antigua colonia española de Rio de Oro (actual Sahara Occidental). En aquel momento Bens era capitán de infantería y Gobernador General de la colonia, aunque en realidad el dominio efectivo español cuando Bens llega el Sahara Occidental se circunscribía a la factoría y puesto militar de Villa Cisneros, instalados desde 1884. Como el mismo Bens escribe: “...esta parte del Desierto reconocida oficialmente como española, pero cuya posesión efectiva por nuestra Nación es completamente ilusoria, por lo menos al presente, en que, con la fuerza aquí destacada no hay mas que estrictamente para afirmar nuestra soberanía en los estrechos límites del recinto en que nos movernos.” (p. 62)

En este trabajo Bens relata las dos expediciones que emprende al interior del desierto en ese periodo de tiempo, así como unas “Consideraciones generales” sobre el país.

Bens tenía una formación exclusivamente militar, al contrario que Coppolani que dominaba el árabe o que otros militares y exploradores de la época que contaron con una solida formación, no ya solo de conocimiento del idioma, sino también científica, por lo que dos obstáculos preocupan a Bens: “...la dificultad con que tropieza todo extranjero para poner sus pies en el interior del Sahara y (...) el reconocimiento de mi impericia para poder hacer un estudio serio y detenido de todo cuanto observase bajo los puntos de vista geológico, mineralógico, botánico, climatológico, etc.” (p. 7 y 8) “Así pues, sólo el interés político, me ha guiado á hacer mis expediciones, pués por otra parte, observación alguna es muy difícil realizar, tanto por los prejuicios de los moros, como por el temor y desconfianza con que ven todo lo que no les es familiar, hasta el punto de que, ni aún papel y lápiz podía sacar para tomar notas, pues de antemano fui advertido por mis dos acompañantes, Laceny y Mohamed El-Cheguef (á) Zángano, de que no lo hiciese.”(p. 8).

La adaptación a la dureza del clima a la escasez del agua y la mala calidad de la que encuentran, así como las diferencias culturales se reflejan en el relato: “Estando tomando el té con Mohamed-Iejadé, Ali y otros, llegaron Ezman y El·Buen y me dijeron: «Capitán, tú dices que harás,y hasta ahora lo has hecho, lo que nosotros hiciéramos; “¿te quieres comer este pedazo de grasa cruda de la jiba del camello?” sin contestarles; me lo comí y omito toda clase de comentarios” (p. 57)., pero también cuenta, este hombre que terminó su vida añorando el tiempos pasado en el Sahara, como ya le comienza a atraer el desierto: “¡Triste panorama para aquel al que por primera vez se le presenta á la vista, pero no para mí que llevo tres años y medio por estos solitarios lugares, y que ya le encuentro como los moros algo de encanto !” (p. 24).

Como curiosidad señalar que el ejemplar escaneado que ofrece la Biblioteca Nacional perteneció a la biblioteca personal de Emilio Bonelli y que está dedicado por el autor. También decir que es una edición poco cuidada y aunque cuenta con una fe de erratas son numerosas las faltas ortográficas que salpican el libro. También falla la transcripción de los nombres de tribus y lugares, así como la traducción de algunos términos árabes o hasaníes.

Posteriormente, en 1947, Bens, ya retirado, dos años antes de morir, escribió un relato autobiográfico, “Mis memorias”, centrado principalmente en su estancia en el Sahara, dónde había permanecido más de 22 años.

Bens Argandoña, Franciso

España en África / Francisco Bens Argandoña. – Las Palmas: [s.n.], 1907.

66 p. ; 19 cm.
 
En la foto el Fuerte de Villa Cisneros en los años veinte, este fuerte fue construido a iniciativa de Francisco Bens. Fue destruido por el gobierno de Marruecos en el año 2004, a pesar del movimiento que surgió para impedir su demolición..

domingo, 22 de julio de 2012

Liberación de Rossella Urru, Ainhoa Fernández y Enric Gonyalons

(Enric, Rossella y Ainhoa)

Tras casi nueve meses de secuestro, finalmente, han sido liberados Rossella Urru, Ainhoa Fernández del Rincón y Enric Gonyalons Sureda, los tres cooperantes secuestrados en la noche del 22 al 23 de octubre de 2011 en Rabuni-(Centro administrativo en los Campamentos de refugiados saharauis en Tinduf -Argelia-).

Rossella Urru trabajaba para el Comité Italiano para el Desarrollo de los Pueblos (CISP). Ainhoa Fernández para la asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Extremadura y Enric Gonyalons par la asociación Mundu-Bat de Euskadi

Las primeras noticias que dio el Ministerio de Información de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) era que "Uno de los rehenes resultó herido y también uno de los guardias saharauis durante el asalto, sin que por el momento esté claro de cuál de ellos se trata. El Ministerio informó que se habían tomado "las medidas necesarias para perseguir a los secuestradores" y expresó su "severa condena ante este acto criminal". Días más tardes se informó de que el herido podía ser Enric Gonyalons.

La agencia de prensa saharaui SPS publicaba el 24 de octubre "Desde el alevoso secuestro cometido por un grupo terrorista de tres cooperantes europeos que trabajaban en materia humanitaria en los campos de refugiados saharauis el sábado 22 de octubre, el Gobierno de la RASD y el Frente Polisario hicieron rápidamente intensos esfuerzos y contactaron con los países de la región para coordinación y cooperación",(...)."A la vez que reafirmamos nuestra más firme condena a esta acción cobarde, solicitamos a los Estados de la región y del mundo que continúen e intensifiquen la coordinación, cooperación y trabajo conjunto para poner fin a esta tragedia tan pronto como sea posible", (...). "Las autoridades saharauis enfatizan que un acto terrorista como este no sólo está dirigido a amedrentar a los trabajadores humanitarios, sino que pone en peligro la solidaridad internacional con los refugiados saharauis y su justa causa", además, en el comunicado se manifiesta la solidaridad con las víctimas y sus familias. Las autoridades saharauis indicaron que "los terroristas se infiltraron en el campamento con vehículos todo-terreno, presumiblemente atravesando la frontera desde Malí, e irrumpieron con armas de fuego en la sede de recepción de extranjeros, donde procedieron a secuestrar a los cooperantes”.

A finales de noviembre, el delegado del Frente Polisario en España, Bucharaya Beyun, declaraba que no había datos precisos de los autores del secuestro, aunque opinó que todos los indicios apuntaban a una red vinculada con Al Qaeda. Beyun recordó que el norte de Mali, la frontera de este país más cercana a los campamentos saharauis, es el "santuario" de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). "No hay duda de que los terroristas vinieron de Mali y regresaron a Mali” y añadió que este secuestro persigue desacreditar al pueblo saharaui.

Beyun manifestó que las fuerzas de seguridad saharauis estaban en contacto con los países vecinos para coordinarse y lograr la liberación lo antes posible.

En la segunda semana de diciembre tras el desmentido de AQMI, asegurando que ellos no eran los autores del secuestro, este es reivindicado por un grupo disidente a través de un doble comunicado, en una grabación y por escrito, a la agenda AFP en Bamako (capital de Mali). "Somos el grupo Jamat Tawhid Wal Jihad Fi Garbi Afriqqiya en el oeste africano. Reivindicamos la operación que se produjo el 23 de octubre en Tinduf", afirmaron en un breve mensaje. El ministro de Asuntos Exteriores de Burkina Faso, Djibril Bassolet, afirmó que su país se había puesto en contacto con el grupo armado que secuestró a los cooperantes y se ofreció como mediador

El Gobierno de la RASD aseguró desde el primer momento que los secuestradores habían llevado a los cooperantes a Mali, hasta donde trataron, sin éxito de perseguirles el día del secuestro.

Mohamed Lamin Bujali, ministro de Defensa saharaui, declaró a mediados de diciembre en Tifariti, durante la celebración del XIII Congreso del Frente Polisario que los secuestrados podrían estar en la zona fronteriza entre Mali y Níger Según su relato, fuerzas de seguridad de la RASD detuvieron a principios de diciembre, en territorio mauritano, a siete personas y mataron a una octava en una operación policial. Lamin señaló que los detenidos son de nacionalidades saharaui y maliense. Asimismo, detalló que otros cuatro detenidos, todos ellos saharauis, fueron arrestados en territorio saharaui.



A principios de marzo se difundió la noticia de que Rossella Urru había sido liberada lo que en breve quedó demostrado que, por desgracia era falso.


Tras el golpe militar de 22 de marzo en Mali,la situación se complicó al quedar todo el norte de Mali bajo control de fuerzas opositoras al régimen. Antes y después de este acontecimiento hubo diversas declaraciones del Ministro español de Asuntos Exteriores en las que aseguró que los secuestrados se encontraban bien.


Finalmente,el 17 de julio salto a los medios de comunicación la noticia de que Rossella, Ainhoa y Enric habían sido liberados.


Una reflexión final:

¿Quienes han sido los damnificados? Además de los propios secuestrados y sus familias que en algunas ocasiones, en estas situaciones, sufren más psicológicamente que las propias víctimas, el pueblo saharaui se ha visto afectado por este golpe a la cooperación internacional.

¿A quién ha beneficiado? Indudablemente a la corrupta monarquía marroquí del rey Mohamed VI. Fuentes solventes han señalado siempre que tras este secuestro, independientemente de sus autores materiales, podía estar el régimen marroquí.