Hubo un tiempo en que se acuñó una frase: “Allá donde se lucha por la libertad siempre hay polacos” y, efectivamente durante todo el siglo XIX, en las luchas revolucionarias europeas los exiliados y emigrados polacos estuvieron en la primera línea de esos combates por la libertad, en algunos casos, con un destacado protagonismo como el que desempeñó Jaroslaw Dombrowski en la Comuna de París. También en el siglo XX, en el que tuvieron una destacada participación en la guerra civil española los voluntarios polacos de las Brigadas Internacionales, encuadrados en la Brigada Dombrowski y en el Ejército de la Republica.
Parece que los gobernantes polacos y una parte de sus ciudadanos, que los eligen como sus representantes, desde luego, no son los descendientes de aquellos heroicos polacos, sino más bien de los colaboracionistas nazis y perseguidores de ciudadanos judíos, que nunca abandonaron Polonia, y que, al parecer, estuvieron bien emboscados desde 1945.
Los mismos gobernantes que hace pocos meses arremetían contra los pocos supervivientes de las brigadas internacionales, con una media de edad de más de noventa años, quitándoles sus pensiones y queriéndoles borrar de la memoria histórica, permitieron las cárceles secretas de la CIA, donde se torturó y retuvo a ciudadanos secuestrados en diferente partes del mundo.
Así se expone en el segundo informe, presentado por el relator de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, sobre los vuelos de la CIA, Dick Marty: “Presuntas detenciones secretas y traslados ilegales entre Estados que implican a miembros del Consejo de Europa”. El parlamentario suizo señala que los secuestrados permanecieron en cárceles secretas en Polonia y Rumania entre 2002 y 2005. Además, según Marty, tanto el ex presidente polaco Aleksander Kwasniewski como el ex presidente rumano Ion Iliescu – buen sucesor del fascista mariscal Antonescu - autorizaron la existencia de esos centros de detención ilegal en sus países.
Pero mientras esto sucedía, importantes preocupaciones conmovían al país, preocupaciones que culminaron en una investigación abierta por la Defensora de los Derechos del Niño en Polonia, para saber si la conocida serie infantil Los Teletubbies incita a la homosexualidad de forma encubierta.
Parece que los gobernantes polacos y una parte de sus ciudadanos, que los eligen como sus representantes, desde luego, no son los descendientes de aquellos heroicos polacos, sino más bien de los colaboracionistas nazis y perseguidores de ciudadanos judíos, que nunca abandonaron Polonia, y que, al parecer, estuvieron bien emboscados desde 1945.
Los mismos gobernantes que hace pocos meses arremetían contra los pocos supervivientes de las brigadas internacionales, con una media de edad de más de noventa años, quitándoles sus pensiones y queriéndoles borrar de la memoria histórica, permitieron las cárceles secretas de la CIA, donde se torturó y retuvo a ciudadanos secuestrados en diferente partes del mundo.
Así se expone en el segundo informe, presentado por el relator de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, sobre los vuelos de la CIA, Dick Marty: “Presuntas detenciones secretas y traslados ilegales entre Estados que implican a miembros del Consejo de Europa”. El parlamentario suizo señala que los secuestrados permanecieron en cárceles secretas en Polonia y Rumania entre 2002 y 2005. Además, según Marty, tanto el ex presidente polaco Aleksander Kwasniewski como el ex presidente rumano Ion Iliescu – buen sucesor del fascista mariscal Antonescu - autorizaron la existencia de esos centros de detención ilegal en sus países.
Pero mientras esto sucedía, importantes preocupaciones conmovían al país, preocupaciones que culminaron en una investigación abierta por la Defensora de los Derechos del Niño en Polonia, para saber si la conocida serie infantil Los Teletubbies incita a la homosexualidad de forma encubierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario