A la hamada se le llama “el desierto del desierto”. En la de Tinduf , que toma el nombre de la ciudad del mismo nombre, capital de una vasta región de Argelia, se asientan, desde 1976, los campamentos de los refugiados saharauis que tuvieron que huir de la invasión de su país por Marruecos y Mauritania, perseguidos por el ejército y aviación marroquí y bombardeados con napalm y fósforo blanco, cuando el gobierno español abandonó el Sahara Occidental sin cumplir sus compromisos respecto a la colonia española –ahora, en su mayor extensión, colonia marroquí-
En su descripción de la hamada, que también ocupa una parte del nordeste del Sahara Occidental, E. Guinea dice: “Es la forma desértica de la meseta, de superficie notablemente horizontal. (...). Participa de un carácter desértico muy acusado. Los pozos de agua se hacen en ella sumamente raros, y cuando el nómada se apresta a atravesar la hamada, extrema con mayor rigor sus precauciones, pues sabe que un guirbe (odre) roto o un descuido cualquiera puede ser causa de que pronto blanqueen al sol sus huesos.” (Ver nota de 11 de octubre de 2007 en este blog)
El alemán Oskar Lenz (1848-1925) viajó de Tánger (Marruecos) a Timbuctú (Mali) en una expedición financiada, en 1879, por la Sociedad Africana de Alemania, le acompañó el español Cristobal Benítez, que también escribio una narración de este viaje. Una de las etapas de su viaje fue desde el Uad Draa hasta Tinduf, Lenz hace la siguiente descripción de la hamada:
"La hamada...c’etait une plaine immense, tres unie, couverte tantôt de petits cailloux roulés, tantôt de grosses roches polies par les eaux, (...). L’un de mes hommes trouva ce jour-lá un de ces lézards que atteignent jusq’a trois pieds de long et vivent dans des trous; ...Ce fut de nouveau pour ma troupe un changement de menú fort apprecié, car l’animal fut róti tout aussitôt... a un gout de poisson et n’est pas le moins du monde répugnante ou désagréable. Nous voyions souvent ramper sur le sable de petits serpents ou des vipéres...Il se trouvait également en cet endroit de nombreux fragments de fossiles paléozoïques...
Le 5 mai nous partions de grand matin pour atteindre notre but, Tindouf, au bout de six heures. Le chemin conduisait comme auparavant vers le soud-est, à travers l’uniforme hamada. Le plus grande partie de cette plaine était stérile, cependant on trouvait, par places des acacias et des plantes à chameau ; la répartition de ces végétaux es fort irrégulière et ils sont épars en petits groupes sur toute la vaste étendue pierreuse. Peu avant Tindouf, le terrain changea un peu : une chaîne de collines mois hautes apparut, consistant en roches molles, blanchâtres et marneuses. Du sommet nous vîmes devant nous la petite ville de Tinduf, véritable oasis au milieu des déserts avec ses grandes maisons carrées et ses jardins de palmiers."
“La hamada es una llanura inmensa, muy llana, cubierta tanto de pequeños guijarros rodados como de gruesas rocas pulidas por el agua (...) Uno de mis hombres encontró aquel día uno de esos lagartos que alcanzan hasta tres pies de largo y viven en agujeros (...) Fue, de nuevo, para mi grupo un cambio de menú muy apreciado, pues el animal fue asado enseguida (...) tiene un gusto a pescado que no es, ni mucho menos, repugnante o desagradable. A menudo veiamos reptar sobre la arena pequeñas serpientes o víboras. Igualmente se encuentran en estos parajes numerosos fragmentos de fosiles paleozoicos.
El cinco de mayo partimos de madrugada para alcanzar nuestro destino, Tinduf, al cabo de seis horas. El camino conducía, como antes hacia el sudeste, a través de la uniforme hamada. La mayor parte de esta llanura es esteril, sin embargo se encuentran en algunos sitios acacias (talhas) y plantas “à chameau” la distribución de estos vegetales es muy irregular y están esparcidos en pequeños grupos por toda la vasta extensión pedregosa. Poco antes de Tinduf el terreno cambia un poco: aparece una cadena de colinas de escasa altura, compuestas de rocas blandas, blanquecinas y margosas. Desde la cima avistamos ante nosotros la pequeña población de Tinduf, verdadero oasis en medio del desierto con sus grandes casas cuadradas y sus jardines de palmeras.”
LENZ, Oskar: Timbouctou : voyage au Maroc, au Sahara et au Sudan / Oskar Lenz ; traduit de l’allemand avec l’autorization de l’ auteur par Pierre Lehautcourt.
Paris : Librairie Hachette, 1886-1887
2 v.
Los dos volúmenes del libro de Oskar Lenz se pueden encontrar en GALLICA, la biblioteca digital de la Biblioteca Nacional de Francia
http://gallica.bnf.fr/
En el menú superior picar “Recherher”
En el formulario de búsqueda introducir en “Auteur”:Oskar Lenz, recuperareis los dos tomos señalados. Finalmente, con la opción de “Telecharger” podéis descargar el texto en PDF o TIFF.
("Oasis de Tinduf", ilustración tomada del libro citado)
En su descripción de la hamada, que también ocupa una parte del nordeste del Sahara Occidental, E. Guinea dice: “Es la forma desértica de la meseta, de superficie notablemente horizontal. (...). Participa de un carácter desértico muy acusado. Los pozos de agua se hacen en ella sumamente raros, y cuando el nómada se apresta a atravesar la hamada, extrema con mayor rigor sus precauciones, pues sabe que un guirbe (odre) roto o un descuido cualquiera puede ser causa de que pronto blanqueen al sol sus huesos.” (Ver nota de 11 de octubre de 2007 en este blog)
El alemán Oskar Lenz (1848-1925) viajó de Tánger (Marruecos) a Timbuctú (Mali) en una expedición financiada, en 1879, por la Sociedad Africana de Alemania, le acompañó el español Cristobal Benítez, que también escribio una narración de este viaje. Una de las etapas de su viaje fue desde el Uad Draa hasta Tinduf, Lenz hace la siguiente descripción de la hamada:
"La hamada...c’etait une plaine immense, tres unie, couverte tantôt de petits cailloux roulés, tantôt de grosses roches polies par les eaux, (...). L’un de mes hommes trouva ce jour-lá un de ces lézards que atteignent jusq’a trois pieds de long et vivent dans des trous; ...Ce fut de nouveau pour ma troupe un changement de menú fort apprecié, car l’animal fut róti tout aussitôt... a un gout de poisson et n’est pas le moins du monde répugnante ou désagréable. Nous voyions souvent ramper sur le sable de petits serpents ou des vipéres...Il se trouvait également en cet endroit de nombreux fragments de fossiles paléozoïques...
Le 5 mai nous partions de grand matin pour atteindre notre but, Tindouf, au bout de six heures. Le chemin conduisait comme auparavant vers le soud-est, à travers l’uniforme hamada. Le plus grande partie de cette plaine était stérile, cependant on trouvait, par places des acacias et des plantes à chameau ; la répartition de ces végétaux es fort irrégulière et ils sont épars en petits groupes sur toute la vaste étendue pierreuse. Peu avant Tindouf, le terrain changea un peu : une chaîne de collines mois hautes apparut, consistant en roches molles, blanchâtres et marneuses. Du sommet nous vîmes devant nous la petite ville de Tinduf, véritable oasis au milieu des déserts avec ses grandes maisons carrées et ses jardins de palmiers."
“La hamada es una llanura inmensa, muy llana, cubierta tanto de pequeños guijarros rodados como de gruesas rocas pulidas por el agua (...) Uno de mis hombres encontró aquel día uno de esos lagartos que alcanzan hasta tres pies de largo y viven en agujeros (...) Fue, de nuevo, para mi grupo un cambio de menú muy apreciado, pues el animal fue asado enseguida (...) tiene un gusto a pescado que no es, ni mucho menos, repugnante o desagradable. A menudo veiamos reptar sobre la arena pequeñas serpientes o víboras. Igualmente se encuentran en estos parajes numerosos fragmentos de fosiles paleozoicos.
El cinco de mayo partimos de madrugada para alcanzar nuestro destino, Tinduf, al cabo de seis horas. El camino conducía, como antes hacia el sudeste, a través de la uniforme hamada. La mayor parte de esta llanura es esteril, sin embargo se encuentran en algunos sitios acacias (talhas) y plantas “à chameau” la distribución de estos vegetales es muy irregular y están esparcidos en pequeños grupos por toda la vasta extensión pedregosa. Poco antes de Tinduf el terreno cambia un poco: aparece una cadena de colinas de escasa altura, compuestas de rocas blandas, blanquecinas y margosas. Desde la cima avistamos ante nosotros la pequeña población de Tinduf, verdadero oasis en medio del desierto con sus grandes casas cuadradas y sus jardines de palmeras.”
LENZ, Oskar: Timbouctou : voyage au Maroc, au Sahara et au Sudan / Oskar Lenz ; traduit de l’allemand avec l’autorization de l’ auteur par Pierre Lehautcourt.
Paris : Librairie Hachette, 1886-1887
2 v.
Los dos volúmenes del libro de Oskar Lenz se pueden encontrar en GALLICA, la biblioteca digital de la Biblioteca Nacional de Francia
http://gallica.bnf.fr/
En el menú superior picar “Recherher”
En el formulario de búsqueda introducir en “Auteur”:Oskar Lenz, recuperareis los dos tomos señalados. Finalmente, con la opción de “Telecharger” podéis descargar el texto en PDF o TIFF.
("Oasis de Tinduf", ilustración tomada del libro citado)
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